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Turismo
Romería del Pilar

Introducción

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Las Fiestas y Romería en Honor a la Virgen del Pilar son una de las tradiciones más arraigadas de la localidad de Benejúzar. Su historia se remonta a más de 80 años y cada 12 de octubre reúne a vecinos de la localidad y de toda la Vega Baja, devotos de distintos puntos de la geografía española, visitantes y curiosos, que juntos recorren los casi dos kilómetros que separan la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, ubicada en el centro del pueblo, del Santuario de Nuestra Señora del Pilar, en plena sierra de Benejúzar, donde se celebra un gran día de convivencia popular.

En torno a la celebración religiosa y a los actos propios de la misma, como las misas, las ofrendas de flores o el pregón, esta fiesta está llena de folclore, actos culturales y tradicionales de fuerte arraigo en el municipio, conciertos, serenatas, actividades infantiles, que embelesan a todos aquellos que participan y que hacen que año tras año sean más los que concurran a esta esperada cita anual.

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Las Fiestas y Romería en Honor a la Virgen del Pilar fueron declaradas Fiestas de Interés Turístico Provincial en el año 2010, a tan sólo 4 años de que fuera su 75 aniversario, reconociendo así su valor patrimonial intangible para la provincia de Alicante.

La Romería en Honor a la Virgen del Pilar se celebra el 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar y de la Hispanidad.

Los actos conmemorativos y lúdicos se llevan a cabo desde los días 8 hasta el 12 de octubre, llenando de fiesta y tradición las calles del municipio. Son muchas las actividades no religiosas que se han convertido en una parte muy importante de la celebración como el pregón, la exaltación de mañas, el concurso de carrozas, las jotas, el festival folclórico, el concierto lírico o la farolata infantil.

Historia de la fiesta

Cinco hombres atrapados, recluidos en el Centro Reformatorio de Alicante durante la Guerra Civil. Encerrados en prisión, José Bernabé, José Ortuño, Francisco López, Manuel Lozano y Vicente Lozano encomendaron su suerte a la Virgen del Pilar, prometiéndole que, si salían con vida, llevarían a Benejúzar su figura. Del deseo y la esperanza de sobrevivir a este cautiverio surgió el principio de una promesa que sería con el tiempo el germen de la fiesta de Benejúzar.

La suerte les sonrió y sus plegarias fueron escuchadas. De esta manera, y tras varios avatares, los cinco lograron salir con vida de su prisión al final de la contienda, no olvidando la promesa lanzada en los días más funestos. Un compromiso del que hicieron partícipe al, entonces, párroco de la villa, Don Jerónimo Márquez.

Este quinteto de fundadores, junto al párroco, iniciaron el cumplimiento de su promesa con el encargo de una talla de la Virgen al escultor valenciano Enrique Bellido. Pagaron 914 pesetas por una estatua hecha en madera policromada de 1,70 metros y otras 700 pesetas por unas andas.

La víspera del 12 de octubre de 1939, los cinco antiguos presos llevaron la imagen al campo en una camioneta y, en el tramo final, cargaron las andas hasta llegar a la finca Las Morenas. Pronto la voz se corrió y, al alba, benejucenses y vecinos de poblaciones cercanas salieron al encuentro de La Pilarica. Los cinco reclusos cumplían su promesa y su palabra ante la imagen de la Virgen y del pueblo de Benejúzar.

Una iniciativa personal y privada que rápidamente fue arraigando en el conjunto de la población. Ese mismo año, con la presencia de la Virgen, se vieron los primeros trajes tradicionales, se escucharon los primeros cohetes y echaron a andar los carros adornados con guirnaldas y hojalatas. En 1940, aquella improvisación empezó a coger forma y para trasladar la talla desde la iglesia parroquial hasta el monte de Benejúzar, los hombres utilizaron una vagoneta de la fábrica de yesos.

El tercer año, 1941, el párroco propuso celebrar una misa en el campo y para resguardar a la Virgen decidieron construir una pequeña ermita que tenía poco más de cuatro metros cuadrados. Con un altar improvisado, se celebró la primera misa de campaña. Se cimentaba ya, de aquella manera espontánea y natural, lo que en el futuro iba a ser una de las fiestas de mayor arraigo en la Vega Baja.

Estas tres fechas marcan el arranque de una tradición, a la que se sumarán todo tipo de actividades y, por supuesto, crecerá a medida que aumenta la expectación y se moviliza todo el pueblo de Benejúzar y gran parte de la comarca.

Hitos destacados

  • 1939: Los cinco fundadores traen la imagen de la Virgen del Pilar a Benejúzar.
  • Década 1940-1949: Primera Romería en el campo. Se redacta y aprueba el primer reglamento de la Hermandad.
  • Década 1950-1959: La Rondalla del Pilar regala a La Pilarica un medallón que luce en la actualidad.
  • Década 1960-1969: Bodas de plata de la Romería que se celebra con una procesión por las calles del pueblo.
  • Década 1970-1979: La pequeña ermita se transforma en un nuevo y señorial templo para la Virgen del Pilar.
  • Década 1980-1989: La celebración del Año Santo Mariano trae a miles de peregrinos a Benejúzar a lo largo de todo el ejercicio.
  • Década 1990-1999: Bendición de la imagen de La Pilarica situada en la calle Concordia que da acceso al camino de la romería. Se encarga un nuevo retablo a los hermanos Noguera que hoy luce en el santuario.
  • Década 2000-2009: La Pilarica reposará en su propio santuario y su bajada al centro del pueblo significará el arranque de las fiestas. Con motivo del 70 aniversario de la venida de la virgen, el traslado se celebra junto a las parroquias de los pueblos vecinos.
  • Década 2010-2019: Declaración de Fiestas de Interés Turístico Provincial de la Comunidad Valenciana. La Hermandad de la Virgen del Pilar crea una sección infantil y juvenil.
  • 2020-2021: Por primera vez en la historia, las fiestas no se celebran por la pandemia provocada por el coronavirus.
  • 2022: Las Fiestas y Romería del Pilar vuelven a brillar con todo su esplendor.

Eventos destacados de la fiesta

Dentro del programa de las Fiestas y Romería en Honor a la Virgen del Pilar destacan los siguientes actos como una parte importante del folclore popular y de la originalidad de esta fiesta única en la Vega Baja:

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El 12 de octubre es el día grande. El día en el que todo un pueblo se vuelca con su fiesta. La Pilarica se prepara con un nuevo manto para volver al Santuario. Una breve misa prepara a los feligreses para todo lo que se les viene encima. Desde primera hora de la mañana, miles de personas se agolpan en la plaza esperando el gran momento de la salida de la Virgen. La salida de la imagen viene acompañada de aleluyas, colores, cohetería, campanas, vivas y música, incluso las palomas acompañarán con su vuelo. Las jotas empezarán a sonar y no pararán de oírse hasta el atardecer. Los bailes irán acompañando cada paso que dé La Pilarica hasta el Santuario. Es imprescindible estar ahí si se quiere entender esta tradición. Es necesario sentirlo y vivirlo para captar el sentimiento de todo un pueblo, las palabras no son suficiente reflejo de este emotivo momento.

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La primera Jota nació la noche del Pilar de 1939. Fue una mujer del pueblo, Geno, la que se arrancó de forma espontánea con una Jota de Bienvenida. A partir de ahí, con los años se fueron adaptando bailes típicos alicantinos y murcianos, creando lo que hoy se conoce como la “Jota de Benejúzar”. Fueron los músicos Eloy García y Tomás Ibáñez los que crearon dos Rondallas, una “de viento” y otra “de cuerda”. En 1975 se gestó el primer grupo de baile que se llamó “Virgen del Pilar” y que bailó la primera jota en el portón de la iglesia tras la ofrenda ese mismo año y en 1979 hizo su primera salida a San Bartolomé. Sería en 1982 cuando apareció lo que hoy conocemos como ‘El Grupo Folclórico de Nuestra Señora del Pilar” comenzando así la difusión del folclore popular benejucense. En 1985 se creó la Escuela de Jota para que sirviese de fomento y respaldo al Grupo Folclórico. Desde entonces trabajan Escuela y Grupo unidos en esa iniciativa para mantener viva está tradición. En 2010 se reabrió la nueva Escuela de Cuerda por iniciativa del Ayuntamiento de Benejúzar y de la Hermandad del Pilar.

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El primer pregón de fiestas se llevó a cabo en 1984 y desde entonces es un acto que se realiza como parte de la fiesta popular. El pregón se realiza siempre el 9 de octubre junto con el Concierto Lírico en homenaje a la Virgen del Pilar. Estos actos coinciden con la festividad del Día de la Comunitat Valenciana.
El pregón del Pilar es el acto de apertura de las fiestas y es la Hermandad del Pilar la encargada de nombrar a la persona elegida, que siempre recae en benejucenses a los que se quiere reconocer por su labor religiosa y cultural en favor de estas fiestas.
El Concierto Lírico es también una parte consolidada de las fiestas y más concretamente del anuncio del punto de inicio. Este concierto durante los primeros años fue lírico, pero con el paso de los años, se han ido realizando conciertos con distintos estilos musicales.

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Los niños de Benejúzar forma parte activa en la fiesta. El 10 de octubre se celebra la Farolata que es un desfile por las calles de la localidad donde los más pequeños lucen el traje tradicional de Benejúzar y portan faroles. Al final de la comitiva el la Escuela de jotas de Nuestra Sra. Del Pilar va interpretando las jotas del municipio. Todos los niños son recibidos en la iglesia donde bailan unas jotas delante de la imagen y tras ello, en el Auditorio José Aparicio de la Plaza de España se realiza el Festival Infantil de Jotas en el que participan los niños de la Escuela de Jotas, y el Grupo Floclórico de Nuestra Señora del Pilar.

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Es uno de los actos más tradicionales de estas fiestas y, por lo tanto, uno de los más importantes y emotivos. Se celebra el día 11 de octubre y son muchas las personas, tanto del municipio como de toda la Comunitat Valenciana, las que participan. De hecho, la ofrenda cuenta con la presencia de asociaciones, grupos folclóricos y municipales, autoridades civiles, Reinas, Falleras y Belleas del Foc, como representantes festeras de toda la Comunitat y también un nutrido grupo de representantes de la práctica totalidad de municipios de la Comunitat Valenciana. Tras la finalización del tapiz floral multicolor que resulta de la ofrenda y tras la actuación del Grupo Folclórico Nuestra Señora del Pilar, la Virgen vuelve al interior del templo para esperar la Romería.

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El primer bando se leyó en 1940 y desde entonces es uno de los actos más populares. Se realiza tras la finalización de la ofrenda floral el día anterior a la Romería, en el pórtico de la iglesia. El bando es una recopilación de las anécdotas y circunstancias que se han vivido en el municipio durante todo el año. Es una crítica jocosa, escrita en lenguaje popular y verso libre. Han sido muchos los benejucenses que han tenido el honor de realizar el bando. El bando lleva algunas ediciones sin realizarse, pero la intención es volver a recuperar esta tradición.

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Es un canto de amor y de devoción a la Virgen por parte de los benejucenses. Se realiza en el interior de la iglesia a las 00.00 horas del día de la Romería. Se suele componer de jotas, poesías, oraciones y plegarias y en ella se refleja el sentir de todo el pueblo de Benejúzar.

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El origen de esta curiosa tradición del concurso de carrozas se remonta al propio inicio de la Romería en 1939 cuando los romeros iban a pie, a caballo o en carros adornados con guirnaldas de papel y recortes de hojalata.
Desde ahí se empezó con esta tradición donde los benejucenses crean sus propias carrozas. Hay que destacar la tradicional técnica del papel rizado que consiste en trocitos de papel de seda o celofán de colores que se enrollan en boina, lápiz o el propio dedo formando rositas y después se pega en la figura que se quiere decorar. Durante meses, los jóvenes van haciendo de esta manera las carrozas que se lucirán en la Romería y que premiará el municipio.
Por otro lado, la rifa es una tradición también muy arraigada ya que se celebra desde 1940. En aquellos años eran las rondallas las que salían a vender las papeletas a los pueblos vecinos y por la noche, cuando volvían, todo el municipio les esperaba para ir juntos a agradecer a la Virgen lo obtenido.
Ahora es la Hermandad del Pilar la que, con ayuda de muchos vecinos del municipio, se encarga de vender las papeletas.
El momento de la rifa, tras la finalización de la Romería, es de los más esperados y espectacular, ya que se hace desde el año 2000 en el pórtico del santuario, con cinco bombos que contienen las diez cifras básicas.
Los premios han cambiado desde que comenzó su realización, ya que al principio eran un par de novillas, una bicicleta o un pavo, para llegar a un coche o incluso a seis mil euros en metálico.

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La fiesta también lleva consigo otros actos como son:
• La proclamación y exaltación de la Maña Mayor y la Mañica Mayor y la imposición de bandas a sus respectivas cortes de honor.
• La bajada de la Virgen y el acto militar.
• Disparo de cohetería y volteo de campañas.
• Las misas solemnes y misa baturra.
• Paso de los niños por el manto de la Virgen.

El Santuario de la Virgen del Pilar de Benejúzar

El Santuario de la Virgen del Pilar de Benejúzar está situado en la Sierra de Benejúzar y es uno de los máximos exponentes de su fiesta en honor a La Pilarica. El templo fue primero una ermita construida por los cinco fundadores de la fiesta. En 1940, los cautivos levantan una pequeña ermita donde apenas se puede resguardar la talla de la Virgen. De ella, solo quedan la configuración de los once peldaños de la escalinata de acceso, el portal y un trozo de cemento fino.

Fue la pasión por la Virgen, el anhelo de ofrecer un lugar mejor a los romeros y un espacio de mayor renombre lo que incentivó a la Hermandad a crear en un nuevo entorno, un edificio más grande y más acorde con la majestuosidad de la Virgen del Pilar. En 1980 la ermita es proclamada santuario.

Con el paso de los años, al aumentar la devoción a la Virgen del Pilar y acudir a su romería gentes de toda la Vega Baja, la Hermandad decide construir el actual templo que nació casi como una promesa. Se levantó con recaudaciones y donaciones de los feligreses. En la fase final de las obras y para poder acabar el Santuario, la ermita es derribada. Hay videos que recogen el momento en el que una excavadora empieza a su derribo.

Concretamente fue en 1987, con motivo del Año Santo Mariano, el Obispado declara el Santuario como apto para ganar el Jubileo. Miles de fieles acudieron a Benejúzar.

El 12 de octubre de 1999 se inaugura el templo. El obispo de la diócesis don Victorio Oliver Domingo bendice la nueva casa de la Virgen del Pilar y le concede el carácter de Santuario Diocesano, lugar de peregrinación para ganar el jubileo del año 2000.

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El edificio
El templo que hoy observamos está recogido en el libro de “Ermitas de la provincia de Alicante” (2004) de Ramón Candelas Orgilés editado por la Diputación de Alicante. Para conocerla, podemos acercarnos a las páginas del libro del 75 aniversario de las fiestas donde viene una completa descripción.

Nació en forma de maqueta primigenia de la mano de Antonio Ferrández. Con ligeras modificaciones a su idea inicial, el edificio tenía que destacar por su posición estratégica, elevada, coronando una extensa finca, rodeada de naturaleza, de aire limpio, de sol, cielo y tierra de Benejúzar. Más allá de su privilegiada ubicación, el santuario se encontraba al fina de un bello paseo que le une con el centro del pueblo y muestra el poderío de una fiesta hecha con devoción e inmensa ilusión.

El trayecto e, incluso la escalinata final, están pensadas para dar descanso al romero. Cualquier visitante podrá detenerse durante el camino para recuperarse de la ligera subida, pero, ante todo, podrá pararse para contemplarlo.

En términos arquitectónicos, el Santuario del Pilar es un templo de estilo neoclásico popular. Consta de una entrada principal en arco, coronada por un óculo en el paño liso frontal que ter-mina en un triángulo, reflejo de la cubierta a dos aguas. La vista inicialmente se nos irá hacia sus torres que avanzan ligeramente del plano como dando la bienvenida. Resulta interesante En su parte central se encuentra una hornacina rodeada por nubes y donde podremos apreciar a los trece ángeles que acompañan a la Virgen. En la base de la mesa del altar, encontramos una de las curiosidades del santuario, pues ahí se aprecian cuatro hendiduras en las que se depositó tierra de la Capilla del Santísimo de Benejúzar, Zaragoza, Santiago de Compostela y Jerusalén.

El retablo, pintado en verde, se contrapone a la aridez de una tierra seca e hila perfectamente con el verde de la sierra que rodea al templo. También es el color que podemos encontrar en muchos de los retablos dedicados a la Virgen del Pilar.

Además del santuario, el entorno del templo ha acabado conformando con los años un espacio de ocio y recreo para toda la comarca de la Vega Baja. Su papel destacado en la fiesta es indudable, pero también lo es para explicar el desarrollo paisajístico del municipio. Su ubicación es, podríamos decir, paso de entrada a la sierra y hay varias rutas senderistas que parten desde este punto.

Sin lugar a dudas, este enclave es un sueño pequeño, convertido en una realidad grande. Una promesa con vida propia, que ha ido contagiando a miles de personas, de hombres y mujeres que inoculados por la pasión de esta venerada imagen sueñan y sueñan en hacer lugares más acogedores, más amplios, más abiertos. Un espacio para todos, donde todo el mundo tiene su hueco, su lugar para que nadie, nadie, esté solo cada 12 de octubre.

Hermandad de Nuestra Señora de Pilar

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Su origen se remonta a 1944, cuando la Romería ya estaba en marcha. Los cinco fundadores y el grupo más cercano que había sufragado la talla de la Virgen del Pilar y adecentarle un pequeño santuario, se dieron cuenta de que la preparación de la Romería conllevaba más trabajo y recursos de los inicialmente previstos.

La Hermandad de Nuestra Señora del Pilar nace, pues, con fines fundamentalmente religiosos, aunque no exclusivos. Dos años más tarde, 1946, se redacta el primer Reglamento. El nombre inicial lleva parejo el término de Cautivos y en su sello se imprimía la imagen de la Falange. Estamos en la España de la posguerra civil y, debido a su vocación religiosa, la Hermandad parte desde su origen con una vinculación y dependencia de la iglesia católica, en este caso, del Obispado Orihuela-Alicante, del que depende la localidad de la Vega Baja.

Con la llegada de la democracia, la Hermandad actualiza su imagen y su denominación. En 1987, se modifican por segunda vez sus Estatutos y la Hermandad los aprueba definitivamente en febrero de 1988. En la actualidad, la Hermandad es un grupo parroquial dependiente de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario.

Pero este grupo es mucho más que una asociación religiosa. La Hermandad representa el origen, el crecimiento, el esplendor y la conservación de la Romería de la Pilarica. Además de los directores espirituales, la Hermandad representa al equipo humano que ha organizado estas fiestas desde su origen a la actualidad.

Son cientos de personas las que han formado parte de la historia de la misma y si bien, los presidentes han gozado de una popularidad importante por su papel y responsabilidad, todos los que la han representado siempre hablan del equipo. El esfuerzo económico y organizativo es encomiable.

Programa de fiestas

Descargar programa/revista de las fiestas

Archivo fotográfico

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