Sanidad
- Toma el sol poco a poco para evitar quemaduras.
- Recuerda que el primer día no es aconsejable superar los 10 minutos de exposición, aumentando el tiempo 5 minutos cada día.
- Protege tu piel con una crema con factor de protección. No te confíes, sigue usándola aunque ya estés moreno.
- Cuidado con los rayos que se reflejan en la arena, el mar o la nieve: también pueden quemarte si no te proteges adecuadamente.
- No olvides beber agua frecuentemente para prevenir la deshidratación.
¿QUÉ HACER?
- Si a pesar de todos estos consejos tu piel se ha quemado:
- Refresca las zonas quemadas con compresas de agua fría.
- No pinches las posibles ampollas que puedan aparecer.
- Si la zona quemada es muy amplia, acude a tu médico.
- Recuerda: entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde son las horas más peligrosas para tomar el sol.
Se producen por una exposición excesiva a los rayos del sol.
Sus síntomas son: Dolor de cabeza, fiebre (hasta 41ºC), sensación de postración, respiración agitada, vómitos, trastorno de la visión, … pudiendo llegar al coma.
¿QUE HACER?
En el caso de que aparezcan estos síntomas:
- Coloca al afectado en un lugar fresco y a la sombra.
- Túmbalo con las piernas ligeramente elevadas.
Aligérale la ropa. - Coloca compresas de agua fría o hielo sobre todo el cuerpo, en especial las extremidades y el corazón.
- Fricciona con fuerza las extremidades y el tronco hacia el corazón.
- Traslada rápidamente al enfermo a un centro sanitario.
Estos trastornos tan molestos, pueden prevenirse tomando las siguientes precauciones:
- Conservar los alimentos en el frigorífico, incluso los que ya están cocinados.
- Que el tiempo que transcurra entre la preparación de los alimentos y su consumo sea el menor posible, especialmente en el caso de las comidas que contengan huevo (mayonesa, tortillas, pastelería, etc.).
- Con los vómitos y diarreas se pierden sales minerales y agua. Cuando éstos aparezcan, antes de ir al médico, comience con una dieta para evitar la deshidratación y recuperar la pérdida de agua:
No tome alimentos sólidos durante unas horas.
Es importante beber pequeñas cantidades de líquidos (agua, suero oral, agua de té,…).
Cuando se encuentre mejor empiece a tomar alimentos sólidos: sopas de arroz o zanahoria, yogures, leche mezclada con agua, pulpa de manzana rayada…
En verano, más que en ninguna otra época del año, debes extremar los cuidados sobre los alimentos.
- No mantengas los alimentos a temperatura ambiente ya que facilita la aparición de infecciones.
Guarda en el frigorífico los alimentos perecederos (leche, salsa, carnes, pescado, etc.), inmediatamente después de haberlos adquirido. - Procura descongelar los alimentos dentro de la nevera. Si tienes prisa, puedes dejarlos fuera, pero siempre poco tiempo antes de prepararlos.
- Consume siempre leche envasada, respetando las normas de conservación.
- Las frutas y verduras, debes lavarlas bien con abundante agua, incluso puedes añadirle una gotita de lejía (comprueba antes que la lejía que vayas a usar es apta para desinfectar el agua, debe ponerlo en su etiqueta).
- Protege debidamente los alimentos de las moscas e insectos.
Erizos, medusas …
En el caso de que te pique una medusa o pises un erizo al bañarte en el mar:
¿QUÉ HACER?
- Lava la zona afectada con agua salada y extrae la púa inmediatamente. Si tienes que eliminar restos de la medusa protégete las manos con unos guantes y hazlo siempre en agua salada.
- Impregna la zona con alcohol o amoníaco diluido.
- Lava otra vez la zona afectada con agua salada y extiende seguidamente una pomada con analgésico para el dolor.
- Si sales al campo lleva siempre calzado adecuado, no andes nunca descalzo por la hierba y mira siempre por donde pisas.
- Si haces una comida al aire libre tapa los alimentos para que no acudan insectos.
- Procura tener tu vacuna antitetánica al día.
¿QUÉ HACER?
Si a pesar de todas estas precauciones sufres un picotazo, recuerda lo que debes hacer:
- Limpia la zona de la picadura y quítale el aguijón si se ha quedado clavado.
- Aplica hielo en la zona afectada, si no tienes hielo “a mano”, sustitúyelo por compresas de agua con vinagre o de amoníaco.
- Extiende sobre la zona afectada una pomada analgésica para el dolor o con antihistamínicos para la inflamación.
- No dejes en la playa desperdicios, latas, vidrios, colillas o papeles, contaminan el medio ambiente y puede ocasionar accidentes de diversa consideración.
- Utiliza las papeleras o recoge tus desperdicios en bolsas. Conserva la playa limpia.
- Utiliza los servicios higiénicos (W.C.) antes de bañarte y acostumbra a los niños a ello.
- Evita ponerte cremas antes de bañarte, si ya la has aplicado, elimínalas lo mejor posible bajo la ducha.
- Es responsabilidad de todos mantener el agua limpia. No escupas, ni tires papeles en ella.
- Protege la piel con una crema que contenga factor protector y evita las quemaduras tomando el sol poco a poco.
- Respeta las señales de peligrosidad del mar. El banderín rojo indica PELIGRO.
- Métete en el agua poco a poco, sobre todo después de haber tomado el sol.
- Acampa en lugares permitidos, de fácil acceso y asegúrate de que no haya aguas estancadas en las proximidades.
- No molestes a los avisperos, ni a las colmenas, puede ser muy peligroso.
- Si deseas bañarte, infórmate previamente de aquellas zonas del río que no albergan peligro, y hazlo siempre por encima de la salida de aguas residuales.
- No arrojes latas, vidrios, papeles, ni desperdicios, en el monte ni en el río.
- Evita fumar o hacer fogatas, pero si lo haces cerciórate de apagar el fuego hasta su total extinción.
- No bebas agua de fuentes no señalizadas, pueden no ser potables.
Su actuación es decisiva para salvar una vida.
- Siga en todo momento las indicaciones de los vigilantes.
- Respete las banderas de advertencia.
Roja: Prohibido el baño.
Amarilla: Precaución. No recomendado el baño.
Verde: Baño libre. - Procure entrar en el agua lentamente, de forma progresiva.
- Báñese siempre en zonas donde “haga pie” procurando no hacerlo en zonas solitarias o aisladas.
- Nade en paralelo a la costa.
- No se bañe inmediatamente después de comidas copiosas.
- Si nota cualquier tipo de molestar salga inmediatamente del agua.
- Vigile en todo momento los juegos de los niños.
¿QUÉ HACER?
- Saque al accidentado del agua.
- Si está inconsciente, o no reacciona adecuadamente, pida ayuda. Llame al 061, o al Centro de Salud más próximo, y avise a los vigilantes si los hay.
- Acueste a la víctima sobre la espalda en una superficie plana y compruebe la respiración.
- Si no respira, ábrale la boca y elimine cualquier objeto de su interior. A continuación levántele cuidadosamente la barbilla.
- Inicie la respiración “boca a boca”: sople 2 veces seguidas sobre la boca del accidentado, tapándole la nariz.
- Compruebe el pulso. Deslice los dedos por los laterales del cuello.
- Si no tiene pulso, aplique masaje cardíaco. Coloque las manos entrelazadas sobre el centro del pecho de la víctima y comprima con fuerza hasta hundir el tórax 4-5 cm. Aplique estas compresiones a un ritmo de 80-100 por minuto.
- Mantenga un ritmo constante, alternando 2 respiraciones y 15 compresiones. Si están dos socorristas la relación será de 1 respiración cada 5 compresiones.
- Si el accidentado vomita colóquele rápidamente de costado y límpiele la boca.
- Cada 2 minutos compruebe la respiración y el pulso, si la víctima respira y tiene pulso, colóquele de costado y vigile constantemente. En caso contrario, continúe las medidas de reanimación básicas hasta que llegue la ayuda solicitada.
La piel, un órgano de defensa y aclimatación importante
La piel constituye un órgano fundamental actuando como primera barrera de protección frente a agresiones externas, y como un instrumento que facilita la adaptación del organismo al medio externo. Las agresiones frente a las que debe enfrentarse la piel pueden ser químicas, biológicas o físicas, destacando entre estas últimas las radiaciones solares. Respecto a la función de la piel como instrumento de adaptación al ambiente, permite que el cuerpo humano mantenga sus condiciones de temperatura a pesar de la gran variabilidad de las circunstancias externas (en humedad y también en temperatura).
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Ante todo es conveniente siempre protegerse del sol siguiendo unas recomendaciones básicas:
- Evitar exponerse sin protección solar mediante cremas homologadas, aplicando un factor de protección nunca inferior de 15 incluso después de bañarse.
- Broncearse con Rayos UVA puede resultar perjudicial.
- Limitar el tiempo de exposición al sol, especialmente al principio, reduciendo la exposición en tan sólo quince o treinta minutos. De este modo, la piel adquiere el tono adecuado de forma progresiva.
- Evitar la exposición en horas de mayor intensidad lumínica: alrededor del medio día, entre las DOCE de la mañana y las CUATRO de la tarde.
- No fiarse de la presencia de nubes, protegiéndose de la exposición al sol también en la montaña y sobre todo cerca de superficies como la nieve o el cemento, que rechazan las radiaciones solares.
- Recurrir a la utilización de prendas (gorras, camisetas) y de gafas protectoras homologadas.
- NIÑOS y BEBÉS: evitar exposición al sol e intentar protegerlos en la sombra siempre.
LAS CREMAS PROTECTORAS
Su aplicación disminuye la incidencia de radiaciones solares en la piel. Sin embargo, no ejercen su efecto protector si el tiempo de exposición al sol es mayor que el que recomiendan. Además, conviene aplicarlas al menos una media hora antes de comenzar la exposición, renovando esa aplicación si se entra en contacto con el agua o se suda intensamente.
FACTORES QUE PUEDEN INFLUIR EN LA APARICIÓN DE UN MELANOMA
En primer lugar, destacan las radiaciones solares, especialmente las ultravioletas. De hecho, una gran parte de estos tumores aparecen en las zonas de la piel de mayor exposición al sol. Además de ese factor, cualquier agresión física o química sobre una lesión previamente benigna donde se concentran un mayor número de esas células puede influir en la aparición de este tipo de tumor.
Se han descrito algunos factores de riesgo a la hora de desarrollar este tipo de procesos:
- Piel blanca o escasamente pigmentada, ojos y pelo claro.
- Presencia abundante de lunares, sobre todo grandes.
- Existencia de antecedentes familiares.
- Ingesta de fármacos inmunosupresores.
- Exposición crónica y excesiva a las radiaciones solares, sobre todo sin protección adecuada.
LA AUTOEXPLORACIÓN
Es recomendable realizarse periódicamente una exploración de la piel, con la ayuda de un espejo con el fin de acceder a zonas ocultas a la visión directa (especialmente la espalda).
Conviene conocer entonces que cambios obligan a realizar una valoración necesaria por parte de un servicio médico.
- Aumento del tamaño de una lesión hiperpigmentada, sobre todo cuando protuye o se extiende hacia zonas vecinas (especialmente cuando el límite de la lesión no se define con claridad).
- Cambios en el color o la intensidad de la pigmentación, sobre todo cuando aparece un color oscuro o azulado.
Aparición de molestias relacionadas con la lesión, en forma de picor o pequeñas hemorragias.
CONSEJOS DE PREVENCIÓN Y SEGURIDAD
- Evite lanzarse al agua de cabeza desde una altura, o contra una ola.
- Si lo hace, compruebe siempre la profundidad antes de zambullirse.
- Aléjese de embarcaciones y de las zonas delimitadas para ellas.
- Si conduce una embarcación extreme las medidas de precaución al acercarse a la orilla.
- En trampolines, toboganes y demás atracciones acuáticas, siga las normas de seguridad de las instalaciones y las indicaciones de los vigilantes.
- Las LESIONES EN CUELLO Y ESPALDA se manifiestan por la aparición de dolor en la parte posterior del cuello y/o espalda, junto con alteración de la sensibilidad en las extremidades (hormigueos, calambres, sensación de acorchamiento, insensibilidad) y/o pérdida o disminución de la fuerza en las mismas.
¿QUÉ HACER?
- Saque al accidentado del agua con especial cuidado de mantener rectos el cuello y la espalda.
- Acueste a la víctima sobre la espalda en una superficie lo más lisa y plana posible, manteniendo en todo momento alineados cuello y espalda.
- Pida ayuda. Llame al 061, o al Centro de Salud más próximo y avise a los vigilantes si los hay.
- No abandone al accidentado en ningún momento y vigílele constantemente.
- Manténgale abrigado y en esta posición hasta que llegue la ayuda solicitada.