Anoche había sentimientos encontrados por las calles de Cartagena. «¡Queréis daros prisa, que empieza el fútbol!», apremiaba un padre a su familia en una esquina de la calle del Aire cuando estaban a punto de salir a la calle los guiones del Prendimiento. El hombre quería ver el partido de la Liga de Campeones, pero los zagales no tenían mucho interés. Parecían más de procesiones.
Gracias a la prisa que metió a los chiquillos, el padre futbolero pudo ver algo del Barça -imagino-. De ir más lento se hubiera quedado atrapado en la calle Medieras por un gentío que anoche tuvo la involuntaria complicidad de la Cofradía California y su reloj adelantado: comenzó a sacar a la calle su procesión dos minutos antes de hora. Eso sí que es puntualidad.
Las calles estaban llenas de público ansioso por ver la representación de la Pasión de Jesucristo que hacen magistralmente los californios. Es normal por la cantidad de joyas artísticas que utilizan en esta catequesis callejera y por la devoción que despiertan sus imágenes, en especial las últimas del cortejo, los santos más populares.
La procesión fue motivo de satisfacción para los hermanos de la Santa Cena, inmersos en la celebración de su 75 aniversario fundacional. Por ese motivo desfilaron delante del trono representaciones de penitentes de San Juan, Santiago, San Pedro y Santo Tomás (del Resucitado), pues sus titulares tomaron parte en el histórico banquete de despedida al Maestro.
También salió representación de la Universidad Politécnica de Cartagena ante el bellísimo trono del Ósculo y con el Prendimiento desfiló el alcalde de Benejúzar, Antonio Bernabé, invitado porque la banda de música de este pueblo alicantino pone las marchas al titular californio. Acompañó a Bernabé el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cartagena José Vicente Albaladejo. Además, el pregonero de la Semana Santa, Félix Faura, salió con la mesa de la cofradía en la presidencia.
Tronos de gran belleza
Pero el público estuvo pendiente sobre todo del desfile de los tercios, de los arreglos florales y de la belleza de algunos de los tronos elegantemente barrocos de la Cofradía California, como son los de la Oración en el Huerto, el Ósculo y el Prendimiento, cuyas tallas, esculturas y pinturas quedan realzadas por la certera iluminación.
El fútbol que inquietaba a unos muchos terminó cuando los soldados romanos tocaban el ‘Perico Pelao’ en la Puerta de Murcia. En ese momento algunos espectadores se despojaron de los auriculares con los que habían visto hasta ese momento la sucesión de tronos y tercios. Unos más contentos que otros pudieron admirar con más atención el cadencioso desfilar de las mujeres sanjuanistas del Juicio de Jesús. El paso elegante de este tercio se ve realzado por el lucimiento de su vestuario blanco marfil, con todos los detalles verdes.
Sus penitentes no perdieron la concentración ni cuando en el Icue se cruzaron con los redobles de los granaderos, que venían de la calle del Carmen y enfilaban la de Santa Florentina abriendo camino a la procesión. Hábilmente, en ese momento la banda de música atacó los primeros compases de la marcha ‘San Juan’ para facilitar el seguimiento del tambor.
Otro tercio femenino, el Arrepentimiento de San Pedro, desfiló tras el Juicio de Jesús y por delante del trono a hombros del Cristo de la Flagelación. Por ser los primeros en salir a la calle y por llevar muy bien el paso, sus porteadores recibieron grandes ovaciones a lo largo de todo el recorrido.
Más lentitud
La salida de los tronos a hombros ralentizó un poco el ritmo de la procesión y a algunos espectadores que estaban por Capitanía les pareció que la cosa iba para largo, a tenor de sus comentarios. «Ya empiezan estos californios a lucirse. Y todavía falta San Juan», comentaba un hombre que lucía al cuello una bufanda morada. No obstante el cortejo se puso en marcha pronto para satisfacción de los penitentes de la Coronación de Espinas.
Los siguientes en salir a la rampa de Santa María de Gracia fueron la Sentencia de Jesús y Santiago Apóstol, abriendo camino a los tercios y tronos más populares de la noche: San Pedro, San Juan y la Virgen del Primer Dolor. La Madre de los californios llevó escolta de la Guardia Civil y del piquete de Artillería, que cerró un lujo de procesión capaz de ganar al fútbol.
http://www.laverdad.es/murcia/v/20100401/cartagena/lujo-prendimiento-20100401.html
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